Buzos para Estampar

Cada año, recibimos varios tipos de agendas y calendarios personalizados. Especialmente las personas que trabajan como compradores de empresas u ocupan puestos de dirección, este es el regalo más común de los proveedores de servicios y otros proveedores.

Ni siquiera el avance de la tecnología con las tabletas y los smartphones ha frenado la producción de agendas físicas, que son las que más portadas y tipos tienen. Incluso podemos encontrar modelos sofisticados, con fundas de cuero y otras características.

¿Quién dijo que a los empresarios no les gusta tener un lugar para garabatear? La mayoría de las empresas apuestan por este tipo de regalos y no se frustran, es habitual visitar a tu cliente y ver la agenda abierta sobre la mesa a la hora de la reunión.

Pero, ¿qué pasa cuando el volumen de agendas es demasiado grande? ¿Qué hacer con tantos? Tirarlos, pasarlos a otra persona, apilarlos y dejarlos sin usar, hay innumerables opciones, pero ¿qué pasa con nuestra gratitud por el regalo que hemos recibido?

¿Cómo nos sentiríamos al saber que la agenda de nuestra empresa, hecha con amor, acaba en la basura o en el escritorio de una persona que ni siquiera sabe lo que hacemos o producimos? Sería una falta de respeto, ¿no?

5 consejos para utilizar las agendas personalizadas que te regalan cada año

Para resolver este dilema, damos a continuación algunas opciones de cosas que se pueden hacer con los regalos de agendas personalizadas que se reciben cada año. Aprovecha para dar estos consejos también a tus clientes.

1 - Programar las citas

La función principal de una agenda es programar las citas, y esto puede ser muy efectivo si no tienes una secretaria que te recuerde tus obligaciones, o si sueles apuntar todo en la aplicación móvil y te olvidas de mirar. Tener un recordatorio visual escrito delante de ti es muy importante para mantener a la gente esperando.

2 - Mantener los recordatorios

Las personas que reciben muchos recuerdos como notas, cartas, fotos, tarjetas, chocolates, pueden guardar estos recuerdos, pegándolos en las páginas de la agenda, marcando el día en que fueron presentados, los papeles de los dulces y chocolates crean un efecto muy bonito en los collages.

3 - Notas importantes

Puedes utilizar la agenda sólo para anotar las cosas más importantes, y ni siquiera es necesario que estén relacionadas con el trabajo. ¿Qué te parece tener una agenda para planificar las vacaciones en familia, o incluso apuntar las fechas de los exámenes de los niños para estudiar juntos? Ese desahogo que te gustaría hacer también puede estar en esta agenda, como tu confidente.

4 - Planificador de objetivos

¿Está pensando en comprar su propia casa hasta finales de año? ¿Cambiar el coche hasta el mes de tu cumpleaños? Anota el mes en el que pretendes alcanzar tu objetivo y escribe diariamente las acciones efectivas que estás llevando a cabo para hacer realidad tu sueño.

5 - Espacio intemporal

No es necesario tirar la agenda del año pasado si aún no se ha utilizado, puedes utilizar esas viejas agendas como espacio para escribir afirmaciones positivas, frases de motivación o incluso anotar tus programas de televisión favoritos. Pegando fotos, pintando y estampando hará que la agenda parezca una vieja compañera de juegos.

Florin Diacu reconocido matemático Rumano-Canadiense, quien después de múltiples estudios,  logró convertirse en Profesor y Jefe de Estudios de Matemáticas, Ciencias Computacionales y Estadísticas en Yale-NUS College en Singapur. A quien se le solicitó redactara un pequeño artículo sobre las posibilidades de jugar la lotería y si el estaría dispuesto a jugarla.

Esto fue lo que en su escrito redactó: 

De vez en cuando la televisión local de Vancouver, cerca de donde vivo, me pide mi opinión sobre un próximo gran premio, el 6/49 o el 7/49, que son los sorteos de lotería más populares en Norteamérica actualmente. Son similares a la lotería La Primitiva de España: se compra un boleto, que cuesta dos o tres dólares, y hay que elegir una secuencia de seis (o siete) números entre el 1 y el 49, por ejemplo: 23, 16, 12, 8, 35 y 41. Si se tiene la suerte de acertar los números en el orden correcto se puede llevar el premio, que oscila entre 50 y 100 millones de dólares (algo así como 160 y 320 millones de reales).

Pero hay un problema con este juego: las probabilidades de ganar son tan pequeñas que es miles de veces más posible que mueras en un accidente de coche que convertirte en el afortunado ganador. De hecho, la probabilidad de predecir todos los números en el orden correcto es aproximadamente 1 entre 14 millones para el 6/49 y 1 entre 80 millones para el 7/49. 

Así que es difícil imaginar cifras tan grandes, y por eso suelo utilizar imágenes que ayuden a entender lo que significa, algo que les encanta a los periodistas de televisión. Una vez utilicé la guía telefónica de mi ciudad: imagina que tienes 150 guías diferentes. Si compras un boleto, tus posibilidades de ganar la lotería son las mismas que si eliges al azar el directorio con tu nombre, lo abres en la página correcta y escribes exactamente tu número de teléfono. Si compras otro billete, tienes otra oportunidad.

Aunque mucha gente se sorprenda, todos los boletos tienen la misma probabilidad de ganar: aquellas opciones "especiales", como 1, 2, 3, 4, 5 6, y las (aparentemente) más "normales", como 41, 19, 3, 23, 29, 31. Sin embargo, como es menos probable que la gente ponga estos números "especiales", es una mejor estrategia apostar por ellos: si salen, el premio se repartiría entre mucha menos gente (incluso podrías quedártelo todo para ti). Asimismo, la gente suele jugar muy a menudo a los números que indican días y meses, por lo que si salen, se reparten premios menores y es conveniente no tenerlos en cuenta.

Un colega me dijo una vez que la lotería es el impuesto de la ignorancia. Pero no estoy tan seguro. Me gusta pensar que la gente compra esperanza. Si gastas dos o tres dólares con la esperanza de ganar el premio mayor, es una forma barata de mantener el optimismo y mirar al futuro. Personalmente, obtengo mi esperanza de otras fuentes, por lo que no necesito jugar a la lotería.

También se puede pensar en el coste en otros términos: los de la utilidad. Por ejemplo, cuando haces un "sorteo" en la oficina, si piensas que te gastas 20 euros por la esperanza basada en la mínima probabilidad de ganar el gran premio, no es una cifra muy realista; pero si piensas que te gastas 20 euros para ahorrarte el disgusto de no haber comprado el boleto, que salga el número ganador y que todos tus compañeros se hagan ricos menos tú, puede que te compense. La Teoría de la Utilidad es una rama de la Economía a la que contribuyeron importantes matemáticos como Von Neumann, Laplace y Bernoulli; y que pretende cuantificar la capacidad de un bien o servicio para satisfacer las necesidades humanas, de un individuo o colectivo. El desarrollo de las teorías de la decisión se basa en ello.

Cada país tiene su propio sistema de lotería, algunos muy sencillos y otros más complicados. En España existe la famosa Lotería de Navidad, desde 1812 - es la lotería organizada más larga del mundo. En 2015 el gran premio fue de 720 millones de euros (más de 2.500 millones de reales), y las posibilidades de ganar son tan remotas como en cualquier otra lotería, concretamente 1 de cada 100.000, desde 2011; de 2005 a 2010 hubo 85.000 números: del 00000 al 84999, por lo que la probabilidad de ganar ha disminuido en los últimos años. En cualquier caso, estoy seguro de que esto no convencerá a todos los que compran lotería para que dejen de hacerlo. Merece la pena pagar unas monedas para mejorar las esperanzas, y más aún en Navidad.